Promociónando la salud



Tratamientos para las enfermedades

causadas por el agua contaminada.


Cólera



El tratamiento adecuado y suficiente de forma general es la solución de sales de rehidratación oral, aunque en las ocasiones en las que la deshidratación es muy acusada, es necesaria la reposición intravenosa de los líquidos y solutos perdidos. El potasio se repone con un zumo de limón, agua de coco o similares. Sólo en los casos muy graves se deben utilizar antibióticos, siendo la tetracilina el fármaco de elección, siempre bajo control médico.
 
Algunos de estos antibióticos efectivos contra el bacilo son: azitromicina (macrólido), ciprofloxacino (quinolona), doxiciclina (tetraciclina) o co-trimoxazol (sulfamida). Todos ellos de fácil acceso y ampliamente utilizados en países avanzados. El médico será el encargado de prescribir el más adecuado en cada caso, junto con la dosis necesaria; y el farmacéutico le facilitará toda la información que requiera para garantizar que el medicamento es efectivo al 100%.
 
Fiebre Tifoidea
 
Antibióticos como la ampicilina, cloranfenicol, trimetoprim-sulfametoxazol, conocido también como cotrimoxazol, y ciprofloxacina han sido comúnmente usados para tratar la fiebre tifoidea en los países desarrollados reduciendo la tasa de mortalidad al 1% de los casos. Debido a la resistencia que está desarrollando la Salmonella Typhi a estos medicamentos se está considerando el uso de otros antibióticos como la Fleroxacina.
A causa del riesgo de deshidratación causado por las diarreas también es recomendable reponer los electrolitos por vía intravenosa. También se recomienda suministrar a los enfermos dieta blanda.
Es básica la detección precoz para realizar el aislamiento entérico que consiste en lavar aparte la ropa y los útiles de vajilla utilizados por el enfermo sumergiéndolos en una solución con 200 mililitros de lejía por cada cinco litros de agua o, si se dispone de lavadora y lavavajillas, utilizar un programa de lavado con temperaturas superiores a 80 grados. El tratamiento debe hacerse siempre bajo supervisión médica. El antibiótico más utilizado es el cloranfenicol. Dada su toxicidad en España se utiliza más frecuentemente el cotrimoxazol o la ampicilina. La amoxicilina se reserva para las embarazadas.
 
 
 
Diarrea
 
El tratamiento depende del diagnóstico y de la severidad de la diarrea. Si es leve basta con 
administrar abundantes líquidos en el propio domicilio del paciente. Si la diarrea es severa y se acompaña de deshidratación es necesario tratar al paciente en el hospital para administrar líquidos por vía venosa. Las diarreas de causa no infecciosa habitualmente requieren tratamientos específicos según el tipo de enfermedad. Como norma general no es aconsejable utilizar sin indicación del médico fármacos antidiarréicos ya que pueden complicar la evolución de la diarrea.
Algunos medicamentos de venta libre pueden ayudarle a sentirse mejor si tiene diarrea. Estos se conocen como medicamentos antidiarreicos.
Los medicamentos antidiarreicos incluyen loperamida (1 nombre de marca: Imodium) y subsalicilato de bismuto (2 nombres de marca: Kaopectate, Pepto-Bismol). El subsalicilato de bismuto también se puede usar para malestar estomacal y como un antiemético (un medicamento que trata la náusea y el vómito).
 

Meningitis
La mayor parte de las personas que sufre una meningitis por meningococo se curan sin  problemas. El tratamiento consiste en cuidados específicos en el hospital y un tratamiento intenso con antibióticos. Es imprescindible el diagnóstico precoz y la rápida asistencia del especialista. En algunos casos la enfermedad evoluciona con gran fuerza, o afecta a personas con el sistema inmune débil y pueden provocar desenlaces fatales.

La penetración de los antibióticos en el LCR depende de su liposolubilidad (quinolonas, rifampicina, metronidazol y cloranfenicol son liposolubles), del tamaño de la molécula, su unión a las proteínas y el grado de inflamación de las meninges. Las penicilinas, algunas cefalosporinas, carbapenems, fluoroquinolonas, vancomicina y rifampicina son los antibióticos que alcanzan niveles terapéuticos en LCR y son activos frente a los gérmenes que con mayor frecuencia causan MEAS.
 

Shigella

Las personas infectadas con la bacteria la excretan en sus heces. Las bacterias se pueden diseminar desde una persona infectada hasta contaminar el agua o los alimentos, o directamente a otra persona. Recibir tan sólo un poquito de la bacteria Shigella en la boca es suficiente para causar síntomas.
La Shigella está implicada en uno de los casos patogénicos de artritisreactiva a nivel mundial.3 La disentería severa puede ser tratada con ampicilinaTMP-SMX o quinolonas, como la ciprofloxacina. Pertenece al genero de las enterobacterias.

El objetivo del tratamiento es reponer los líquidos y electrólitos (sal y minerales) perdidos a causa de la diarrea.
Por lo general, no se administran medicamentos para detener la diarrea, ya que pueden provocar que la infección tarde más en desaparecer.
Una de las medidas de cuidados personales para evitar la deshidratación es tomar soluciones electrolíticas para reponer los líquidos que se pierden debido a la diarrea. Ahora hay disponibilidad de diversas variedades de estas soluciones electrolíticas sin necesidad de receta médica.
Los antibióticos pueden ayudar a acortar la duración de la enfermedad y a impedir que se disemine hacia otras personas que viven en grupos o en guarderías. También se pueden recetar para pacientes con síntomas graves. Los antibióticos de uso frecuente abarcan: sulfametoxazol y trimetoprima (Bactrim), ampicilina, ciprofloxacina (Cipro) o azitromicina.
 
Poliomelitis

El virus entra a través de la boca y la nariz, se multiplica en la garganta y en el tubo digestivo para luego ser absorbido y diseminarse a través de la sangre y el sistema linfático. El tiempo que pasa desde el momento de resultar infectado con el virus hasta la aparición de los síntomas de la enfermedad (incubación) oscila entre 5 y 35 días (un promedio de 7 a 14 días). La mayoría de las personas no presenta síntomas.

En todo el mundo, se emplean dos tipos de vacuna contra la poliomielitis. La primera fue desarrollada por Jonas Salk, probada por primera vez en 1952 y fue dada a conocer por Salk el 12 de abril de 1955. La segunda vacuna fue una vacuna oral desarrollada por Albert Sabin usando poliovirus atenuados. Los ensayos clínicos de la vacuna Sabin iniciaron en 1957 y fue autorizada en 1962.
 

Hepatitis

La hepatitis puede comenzar y mejorar rápidamente. También puede volverse una enfermedad prolongada. En algunos casos, puede llevar a daño hepático, insuficiencia hepática o incluso cáncer de hígado.
El tratamiento principal es sintomático mientras que el específico dependerá de la causa subyacente. Es así como en las hepatitis virales agudas se utilizará medidas de soporte e hidratación, reservándose el uso de antivirales, hasta el momento se disponía casi exclusivamente de Interferón y Ribavirina, actualmente (desde el año 2011) existen ya aprobados inhibidores de polimerasa y proteasa para casos por Virus hepatitis C (principalmente por el gran porcentaje de pacientes que evolucionan a hepatitis crónica) mientras que en otros casos como por ejemplo, en la intoxicación por paracetamol se utiliza N-acetilcisteína. En el caso de la hepatitis crónica que lleva a insuficiencia hepática, solamente se tratarán las complicaciones secundarias a ésta (hemorragia digestiva alta, ascitis, infecciones etc.).

REFLEXION :

 

 

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